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No se pueden poner vallas al campo,
freno al sentir constante o aislado,
no se puede decir sin mas te amo,
cuando ni siquiera es esperado.
Mas uno se da en cuerpo y alma,
a la fantasía de lo que pudiera ser,
esperando que el sueño deje de serlo,
para hacerlo realidad y seguir amando.
Arrinconadas quedan las fantasías,
adiós con pañuelo de seda blanco,
a nubes que pudieron cubrirnos,
a ese revolotear de alegres pájaros,
a sentarnos en aquel conocido banco.
El silencio se tornó denso,
poco a poco nos va alejando,
el cielo gris nos cubre y dice,
que la tormenta se ha alejado,
mas queda una ventisca húmeda,
que poco a poco me va enfriando.
Quise cobijarme en la inmensidad,
del cercano bosque poblado,
pero me adentré demasiado,
me perdí en su espesura,
confie sin querer en extraños,
me dejaron olvidada, marcharon.
Y nadie vino a buscarme,
quedé a merced del tiempo,
porque en cosas de amor,
solo el tiempo es sabio.
Dónde dejo yo ahora,
cuanto me sobra y me está ahogando,
qué hago con mis besos frenados,
con mis esperanzas fustradas,
con las ansias que he acallado,
con la ilusión de un dia pasado?,
en el camino las dejo,
por si las saludas apresurado,
cuando pases callado.
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