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Música celestial, esperada,
pentagrama de los mares,
sonidos inmaculados,
de angeles bajados,
compases y contrapuntos
en un declinado horizonte.
Es el desconcierto de melodías,
en este concierto sobrante,
mirando si vale o no la pena,
vivir una pasión delirante.
Y es que la mente desordena,
lo que palabra ordena,
y el corazón aclara
el desorden ordenado.
Olas que vuelan
de la emboscada de las arenas,
de lavas que arden en mis ojos,
en mil besos bañados,
en aguas de seda,
desangrando lo andado.
Y se derrumba el mar que observo.
Es la servidumbre de aguas
dominadas por el abismo
de las planicies arenosas.
Cristales en un mar de metal,
espectros de oro,estaño y plomo,
disueltos en agua fundida.
Apasionadas miradas angelicales
que se aprisionan en el silencio,
de los velos y cortinas desgarradas.
Inmortal otoño sin hojas,
sin árboles, sin bosques,
de playas desnudas,
mares abiertos y cielos caidos.
Turbia,limpia y pura ,
presencia,carne y alma.
Somos todo y no somos nada.
Pajarillos jugando en la orilla,
preparando el vuelo interminable ..
es el preámbulo, de la esperanza
y libertad alcanzable proximamente.
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