Se oscurece el divino cielo,
de tus ojos cuando me miras,
el recuerdo eterno del amor,
como en tus labios la sonrisa.
Se mueren tambien los sueños,
como sombras que se disipan,
tambien morirá el pensamiento,
que en mi memória dormía.
Brotan lágrimas en mi destino,
como aún nace en mi el amor,
entre dorados jazmines,
de pétalos de pasión.
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