¡Ay! del alma de los sueños,
que me inspira el instinto,
del infierno que se crea,
dentro de uno mismo.
De verte en aquel momento,
en que eras solo olvido,
ahora en el presente,
tu mundo, es distinto.
¡Que será de tu existencia!
al final de tu camino,
cuando veas, que este mundo,
es el fondo de uno mismo.
Mas si un día, encontraras,
una luz en tu destino,
alumbrará, tu cielo,
cielo que nunca has querido.
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