Yo sé que hay un mal,
que mi camino evoca,
en la cordura del alma,
del jardin de las rosas.
Comedia fingida,
de una soledad remota,
que brillan en la esencia,
de la dama que llora.
Pensaré en el abismo,
de lo cruel de las cosas,
del que ama y no puede,
en el devenir de la lógica.
Y creyendo en la noche,
se apagó su aurora,
esperando que alguien,
le escribiera su historira.
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