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Abrazandome a mi misma,
mil preguntas que me hacía,
cuerpo y mente se debaten,
mis lágrimas buscan salida.
Freno, amordazo mis impulsos,
de regalar, implorar caricias,
queria subir y decirte bajito,
que pase la noche, no el día.
Pero romper tu descanso,
tu paz necesaria, no debía,
respetar tu intimidad, dolía,
por un abrazo tierno, moría.
Y cerré mis ojos imaginando,
dormir a tu lado como sería,
mas el ver cuan pocos pasos
nos separan, desdicha sentía.
Así buscaba contra la razón,
sentirme hoy querida,
y acabé preguntandome,
A caso no es amor su visita?
Si lo mejor, soy yo misma,
¿por qué no me quiero?
por que no me doy alegría?
entiendo, al fin tranquila.
Antes de entregarme al sueño,
dejo de pensar en mi misma,
la noche hace notar su brisa,
y yo con la manta te cubría.
Guardé mis miedos, desvelos,
tras la máscara conocida,
aparento la paz que no tengo,
sonriéndole a la vida.
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