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Querida Inés, mi jefa, mi amiga,
cómo no decirte estas fechas,
lo que eres en nuestras vidas,
cómo podemos agradecerte
hoy a tí y a tu querida familía?.
Ese apoyo incondicional
que necesito y me prodigas,
esos detalles conmigo,
que como amiga me brindas.
Me viste cansada algun día,
me viste también vencida,
pero tú estabas ahí diciéndome,
ánimo, vas a poder, ¡arriba!.
En días que no pude acudir,
llamo nerviosa para explicarte,
siempre hallo tu comprensión
diciéndome, no pasa nada, tranquila.
Hoy se estropeó el autobús,
tendrás que hacer la comida,
hoy está nevando, no puedo ir,
y otra vez me dices, tranquila.
Hoy me toca hematología,
hoy visita de oncología,
hoy Pablo está enfermo,
hoy Víctor me necesita,
no está Luis, estoy perdida.
Y ahí aparece tu generosidad,
una vez más me animas,
yo atiendo a los míos,
y a tu casa el próximo día.
Cuanto quiero agradecerte
yo, y mi gente querida,
ese sentarnos a tomar café,
y "descansa" me repetías.
Pablo es pequeño, no sabe,
pero te nombra con alegría,
viste sus primeros pasos,
se acostumbró a tu risa.
Víctor no puede darte gracias,
con su voz hoy, ni otro día,
pero sigue a nuestro lado,
y es "un gracias" su vida.
Luis y yo te tenemos,
esa especial estima,
de poder tenerte cerca,
contar contigo, tu familia.
cuando mas se os necesita.
Por todo ello mil gracias,
en estas fiestas de alegría,
entre todo lo que me rodea,
destacas tú, diciéndome,
que me anime, que siga.
(con amor)
¡FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS!
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