Todo era alegría, paz,
tranquilidad, confianza,
él vendría, yo le esperaba,
para qué? no importa,
verle me bastaba.
Luego crece el amor,
aspira el alma,
al todo por nada,
no puede, está entregada.
Los juncos seguían allí,
nadie los miraba,
solo yo recordaba,
su mano en la mía,
y mi boca tapada.
El pavo-real, merodeaba,
estiraba sus alas,
me quedo exhorta,
no lo veo, y miraba,
su ser sin estar,
me tenia atrapada.
Y no junto a él,
porque alli no estaba,
yo buscaba y buscaba,
a dónde se fué,
aquél que me amaba?
Llega el ocaso,
sin tener alba,
llega la noche
sin tener mañana.
Llega la renuncia,
sin llevarme nada,
un paseo, una tarde,
una hora en la mañana.
Kms por recorrrer,
por ver solo su cara,
pudieron otra vez,
dar cuerpo y alma.
El hambre de ternura,
me tiene exhausta,
el hambre de cariño,
de sentirme amada.
Todo es viento que viene,
todo es viento que pasa,
llegaste al fin, dije adios
matando sueños, esperanzas.
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