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Estoy otra vez en le filo de la escalera,
yendome o dejándome casi llevar a fuera,
no puedo? no quiero, un solo esfuerzo mas,
aqui parada ya me quedo, conocida espera.
Cada peldaño se hace empinada cuesta,
hasta echar el pie, si el miedo acecha,
mas no puedo sentarme como quisiera,
porque todo pasa rápido, todo regresa.
La desgana es tal, hasta a mi me molesta,
oborrezco esta parte de mi, me desespera,
no me reconozco hoy, a dónde se fueron,
mis ánimos escondidos, fuerzas de flaqueza?
En mi desasosiego por seguir que no cesa,
que está imparable ante tanta impotencia,
quiero seguir siendo la misma de siempre,
la fuerte, entusiasta, nada de clemencia.
Abrazar con la inmensidad de mi conciencia,
lo que me llena de verdad, hasta la médula,
gritar a los cuatro vientos con vehemencia,
¡soy un átomo más de vida,
pequeña libélula!
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