Espacio de amor que sabe a fresas.
Que embriaga de dulces la memoria.
Que abraza de aromas la mañana
Que inunda de mimos cada noche.
No hay límites de amor para quererte.
Ni palabras de afecto para hablarte.
Porque sabes idiomas angelados
a la hora del beso despedida.
Benditas hornallas que nos unen
donde el tiempo abrió nuevos caminos.
Pero sigue charlando entre los fuegos
al embrujo de un caldo y un caldero.
Crecimos y crecimos con recetas
Recetas de vida y de marmita.
Hoy me inclino a brindarte mis sabores
como ofrenda a todos tus sabores.
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