Zapatitos de ilusiones
pone el mundo en sus ventanas.
Los niños les piden sueños.
Los grandes quieren sus dones
y escapan por las cornisas
remontando aquel lucero
que los conduce al Oriente
por los caminos del cielo.
Zapatitos de ilusiones
quien pudiera ver la noche
que sus camellos llegaron
y recrear aquel cuarto.
Pleno de dulces miradas.
Pleno de bellos recuerdos.
Con despertares de asombro.
cabalgándoles las caras.
|