Sangra mi voz cuando te nombro.
Llora mi alma en tu recuerdo.
Tiembla mi cuerpo al extrañarte.
¿Habrá momentos en mi vida
en que tu amor no duela tanto
y pueda sentir que fuiste mío
con la serena paz después del llanto?
Tal vez sea eterna la tristeza
y mis palabras escritas el camino
para aliviar mis penas con poesía
para nombrarte siempre con mi canto.
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