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Guerra sin rostro y corazones.
Guerra de odios sin razones.
Miro extasiada las estrellas.
Cierro los ojos
y me pierdo navegando por ellas
en ese infinito de azules maravilla
que me aleja entre nubes del Planeta
que se muere entre crueles desventuras.
Si alzar la vista es hallar el universo.
Si navegar el mar bajo la luna
es sentir de las olas la caricia.
¿Porqué buscar en este mundo el dolor
empuñando fusiles que no arados?
¿Perforando la tierra con metralla
sin sumergir en el surco la semilla?
Batallas al amor son las ganadas.
Las que conquistan corazones
y afecto con afectos.
Luchad con las armas del trabajo.
Competid con panes y con ríos.
Con cielos y aguas cristalinos.
Con niños sin hambre
y mentes cultivadas.
Hablad un mismo idioma y no la guerra.
Las voces de Paz universales
que sean las armas de millones.
Armas de manos enlazadas.
Los rezos y plegarias nunca matan.
Matan los hombres
que mal entienden religiones.
Vientre mujer no alumbres para guerras.
Niégate a alimentar Campos de Marte.
Que no sea tu fruto
carne destrozada.
Tal belleza no puede morir si no la creas.
Si tu no gestas
ellos no destruyen
y no alimentan la fragua con tus hijos.
Niégate a parir con tu amor
lo que el hombre destruirá con su locura.
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