Mil besos y ternuras,
a quienes tanto aprecio.
Los miro y los aliento.
Los leo y me emocionan.
Ya saben que los quiero.
Ya saben quienes digo.
Virtuales confidentes
de noches de poesía.
Virtuales y lejanos.
Cercanos a mi afecto.
Ya veis mis “trasnochados”
estoy cambiando estrellas
por soles madrugados.
Consejos de la abuela,
enojos de galenos.
Abrázolos amigos.
Amigos de mis sueños.
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