Caballero no cabalgues,
jaca que te sea prestada.
Si se muere o si la matan,
la pagarás de contado.
Calza solo tu armadura,
cuando presentes combate
pues yelmo que no sea tuyo,
dolores te causaría.
La dama que pretendieres
caminará por las nubes,
si tu llamas a su aldaba.
Corcel no importa no lleves,
ella sueña con tus brazos.
Es posible que se tarde
en arreglar sus guedejas,
porque afanes llevaría
ser más bella de seguro.
Recuerde su señoría,
su albarda rota es la suya,
prestada le pesaría.
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