Con un sueño fantástico, volverá
la sonrisa a abrir su corazón para
realizar el homenaje a la eterna
quietud de su voz.
Con una fantasía soñada, volverá
la palabra a las letras conjugando
oraciones perpetuas que acomoden
su cabeza en el silencio.
Con un mensaje retorcido, volverá
la poesía al lugar del génesis para
logar adquirir la brisa de lo imaginado
y de lo logrado.
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