Hasta que el fin llegue y me haga
rendir ante tu presencia, hasta el
final de mis miradas lejanas, hasta
ese día mi corazón latirá en tu imagen.
Hasta que el cielo torne de lluvia su faz,
hasta que pierda el control los sentidos,
hasta ese día mi vida tendrá presente
tu armonía de paz.
Hasta que lo improbable se vuelva
correcto, hasta que lo incomprensible
se vuela de colores, hasta ese día mi
alma viajara tomado de tu mano al
cielo.
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