Tus ojos me recuerdan que un día
estaba vivo, me recuerdan que
aunque no te vea la pasión de tu
mirada me da alas para seguir volando
por nuestro destino.
Tus manos me recuerdan que
despertare calido, me recuerdan
que aunque no me mueva más la
magia de tus caricias me llevaran al
paraíso donde estaremos juntos.
Tus lágrimas me recuerdan que estoy
vivo, me recuerdan que aunque no
responda el dolor de tu llanto lo secare
con mis plegarias.
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