Llego lejos de todo cuando
escribo y aun mas cuando te escribo
a ti en la tenue luz de mi vieja lámpara,
soñando en tus sueños y compartiendo
mi vida en cada palabra.
Llego a tu puerta encaramada
de reflejos y veo mi voluntad
intacta como la elegía de
este homenaje alzado al mundo.
Llego al inicio de las palabras
sin confundir sentimientos
y transito por palabras simples
de verdad y que quizás tengan
algo de armonía en su contenido.
Llego a ti en la oscuridad
de una noche en vela
y te guardo el corazón bajo
la luz de un nuevo día par que
tengas el alma en virtud.
Llego al fin y te digo las mismas
palabras que ayer se perdieron
y hoy flotan entre murmullos
y ultimas esperanzas por tenerte
de vuelta a mí lado.
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