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Toda canción llega a ser poesía en los
oídos del que la escucha con la más
absoluta de las atenciones, interpretando
cada letra en la mente y alimentando con
cada melodía al alma, canto y poesía se
hacen una sola y cumplen un añorado
suplicio en la voluntad del que las escucha.
Toda canción tiene un fondo escondido en
las letras que en ella vagan dejando un
rastro invisible de caricaturas
espectrales y de mensajes de todas
formas que vienen a ti en forma de
pesadillas buenas y de sueños orates
La rudeza de estas palabras retendrán la
atención de los seres aun humanos y de
los espectadores que las oigan recitadas
o catadas debajo de un puente o encima
de una auto, en medio de la calle, en un
lugar donde todavía hay inspiración
basada en una canción y en un escrito
profano de un ser que pudo decir basta.
La tiniebla abrirá paso por la luz y mirara
rostros ajenos a la verdad, la religión
pasara a ser un muñeco inservible que
votaron a un rincón empolvado junto a
cosas que jamás se volverán a tocar y solo
el tiempo vera la luz para hacerla dolor en
los ojos de aquellos que se sientan
pecadores y recen por actos que solo a
ellos importa.
Si Dios lee estas letras una tras otra
entenderá el porque, la religión carcome y
quita la poca fe que queda en cada
persona, mirara y gritara de enfado por
aquellos niños que esperan por el y por la
gente que cree que ir a un iglesia y
arrojar unas monedas es darse entero a
el, Dios canta y escribe con lagrimas en
los ojos y perdonara a todos, por que el
es divino y esta aquí en un escrito torpe,
en un canción que solo algunos oyen, en los
ojos del niño que ayer ignoraste, en el
mundo libre, no en una iglesia llena de
gente frívola y fría que solo piensan en si
mismos y dejan de lado la verdadera
pasión por lo que realmente importa,
hacer de este mundo un sitio donde vivir.
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