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Las tradicionales palabras que escribí y
se perdieron en los pasos de todos hasta
en los míos, las recalcare en estos
ensayos de pensamientos buenos y bellos
de esperanzas que se hicieron
indiferentes anteriormente y que hoy
buscan traslapar las emociones y llenar
almas de paz y bondad.
Recuerdo por ahí momentos bellos de
tratar de incentivar cambiar un mundo
lleno de balas, de basura y de reproches
que no vienen al caso, en instantes en que
solo hay niños que piden silenciosamente
poder vivir en un mundo de verdad.
Flores y paisajes eternos iluminando la
sonrisa de quienes aprovechen la plenitud
de sus vidas para hacerlas proverbios que
duraran por siempre como la sonrisa de
ese niño que hoy te pide un poquito más
de ti y de las cosas bellas que brinda la
tierra.
Buscando escapes de selvas de concreto y
de rutinas que se acomodaron al cuerpo
para llenarlo de bazofias llenas de
impurezas las sonrisas falsas se van
perdiendo y las palabras ya no llegan a
quienes deben se quedan ahí, y hacen un
grito de visión en la mente de los que hoy
pueden pernoctan en verdadera paz.
Como vez las palabras piden atención
como tal vez este ahí alguien a tu lado
pidiendo mírame, acompáñame, dedícame
este minuto en tu vida, has que sonría
otra vez el alma como cuando estaba al
lado de mamá el día en que nací y creí que
este era el mundo que escogieron para mi
para acompañarme de cosas bellas de
naturaleza y de sensaciones de amor por
doquier.
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