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Morir y entender la vida es la escena que
falta siempre en una historia, en un
poema, en un escrito simple y honesto,
que haga ver la realidad de una lagrima en
el rostro de una niño o de un anciano.
Morir es entender que la vida es
necesaria para vivirla como se debe, con
mensajes escondidos, con ángeles
cuidando pasos, con estrellas en el cielo,
con agua en un suelo árido, para dar
gracias por la vida y gracias por la muerte
después de vivir lo necesario, los mejores
años de una vida.
Morir no es necesariamente el fin de una
escena, es sonreír con una lagrima
verdadera y saber que la voluntad de
seguir persiste en la nueva estrella que se
acomodo entre las dos que siempre se ven
en el cielo.
Morir es empezar la vida y encaramar al
mundo enseñando mensajes de ilusión y
esperanza, esas dos cosas que no deben
de morir nunca entre los seres y lamas
humanas que viven en este mundo raro
que llamamos tierra.
Morir es morir, una palabra, una escena
en la vida, un mensaje escondido por ahí
por Dios o tal vez por ti, mira el espejo y
ve lo mas bello de todo un tiempo que no
transcurrirá si se hacen bien, como la
oración pura e inocente de un niño
pidiendo cosas simples, como un día más.
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