Un día despertó el hombre aquel
que vio un ángel que se llevo
una canción entre silbidos
de dolor y sintió que era el destino,
una promesa falsa, una verdad
a medias un silencio puro y sin fe.
Después recorrió el camino hacia
su tumba escuchando exclamos,
reproches y engaños salto
a su lecho y permaneció libre
como una hoja de un libro
que siempre esta en cada hogar.
Nadie lo fue ver y la muerte vino
sola con un beso eterno
y una mano amiga levanto
el cuerpo frágil y lo llevo
al cielo inmenso para dejarlo
apreciar el mundo por ultima vez
y entre cantos y versos dejo
su alma entera caer sin mas.
El alma del hombre llego a vivir
entre personas que miraban bajo,
que lanzaban piedras y lloraban
sin sentido por el amor,
y sintió que no estaba en su lugar,
que perdió su rumbo en la caída
y cogió un manto, se tapo su cuerpo,
busco el camino y no lo encontró
y se perdió.
Vago y vago por sitios desconocidos
en palabras vanas y mentiras raras
encontró al ángel y le pregunto
donde queda el camino que lleva
a la vida? No existe pues tu lo
perdiste y ahora solo te queda
vagar en busca del regreso
del exilio de tu cuerpo.
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