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Hoy casi es una historia
lo que yo voy a contar,
¡recuerdo siendo una niña
“Que era la naturaleza!”.
Al quedarme yo sin madre
Cuatro años yo tenía entonces,
¡y lo recuerdo muy bien,
Pues son recuerdos preciosos!.
Cogíamos carreteras en Asturias
si así, se pueden llamar,
¡pero que bonitos viajes
Disfrutabas de verdad!
Podías parar tranquilo
disfrutar su panorama,
¡y el que os voy a contar
Ya no tiene parangón!.
Los rosales florecían altivos
perfumaban el ambiente,
con cuidado los olía, que y aroma...
Madre mía, pero nunca yo cogí yo una rosa.
Las espinas muy punzantes
con cuidado las tocaba, pues pinchaban,
solo había rosa y blancos
Los rojos nunca los vi, y era extraño.
Pero desde allí, venía otro perfume,
su olor era distinto, estaban las pumaradas
¡cargados con sus manzanas
Y en el suelo esparramadas!.
Allí quise coger una
pues las había a montones
¡ mi papá dijo que no,
Y tendría sus razones!.
Aquello tenía un dueño
Y había que respetarlas,
¡Así fui, aprendiendo en la vida,
Y a mi padre, doy las gracias!
Ahora las autopistas,
nos han dado su progreso,
¡pero han quitado belleza
A todo lo que yo cuento!.
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