¡Como es posible señores
condenen a una mujer,
por haber tenido amores
Y haber concebido un hijo!.
Sí la justicia del mundo
es condenar el amor,
¡mejor miren su conciencia
Sentirán remordimiento!.
No pueden dilapidar
a una mujer por amores,
¡es más grave la calumnia
Ésta, no tiene perdones.
Si hay libertad para amar
no pueden ajusticiar,
¡al que peca por la paga
O al que paga por pecar!.
¡Decía Sor Juana Ines de la Cruz!
y sus razones tendría,
¡porque la justicia humana
No puede con la Divina!.
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