C onseguiste tú, lo que nadie había podido, al
E ncontrar en mí el amor, que
C reía ya perdido.
I niciaste en mí una nueva vida y
L lanto me provocas ahora con tu partida.
I mborrable será tu voz de mi mente y
A dorándote esperaré el momento... ¡De volver a verte!
|