Enjuta y solitaria dama
vestida de negro azabache
incansable e imparable trabajadora
vieja conocida de otras veces.
El miedo te es indiferente
nada te arredra, ni tienes prejuicios,
igual te llevas al joven que al anciano
llegando casi siempre de improvisto.
En tu incansable caminar
cautelosa nos observas
acechando sin piedad
cuando menos se te espera
Casi siempre eres temida
mostrando tu cara sombría
otras eres la consoladora
llevándote al pobre que agoniza.
Yo no le temo a la muerte
es una amiga olvidada
que de su mano nos lleva
cuando la vida se apaga.
|