La felicidad se compone
de muchas pequeñas cosas,
tan pequeñas son a veces
que apenas nos damos cuenta.
Como no apreciar y valorar
la exquisitez de una rosa,
el despertar a un nuevo día
y la magnitud de una puesta.
Estas cosas cotidianas
son la expresiíon de belleza
que Dios con su perfección
puso en el Universo.
Hay quien piensa que ser feliz
es tener gran patrimonio,
sin reparar en pensar
que la riqueza no es el todo.
El reposo y la calma
son intimos amigos
de aquel que vive buscando
la inestimable paz del Amigo.
Este amigo incondicional
es un regalo Divino
que Él Creador se encargó
de nuevo volver a unirnos.
Ésta y muchas más
y la sonrisa de un niño
son las pequeñas cosas
que dan a la vida sentido.
mabel2111@ono.com
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