Cuanto sufrió tu corazón
mi fiel y sincera amiga
cuando el amor te esquivó
sumiéndote en la agonía.
Ésta es la segunda vez
que a tu corazón hirieron,
ya cansada de llorar
tu vida se va consumiendo.
No llores tanto mi amiga
por amores que apenas fueron,
tan solo espejismos banos
que a tu alma confundieron.
Quiero verte sonreir de nuevo
y que tus lindos ojos me hablen
en la fe de un nuevo día
repleto de hermosas flores,
que es lo que tú te mereces
mi querida amiga Carmen
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