Mis palabras de llanto escondido
se hacen eco en el vacio de mis versos.
Quiero mostarte a cada momento
sin que existan contratos, ni juramentos,
tan solo complicidad preñada de deseos.
A tu lado el tiempo se detiene
y la noche no da a luz otra mañana
eternizando los susurros y el abrazo
de nuestro amor vestido de secretos.
Es tu nombre el que pronuncio en horas bajas
cuando tu voz se quiebra en el olvido
haciéndome revivir los momentos
en que nada turbaba nuestro idilio.
Tu perfume en mi piel quedó prendido
como el más sutil sortilegio
que me hechiza y me embriaga sin medida
haciéndome perder el conocimiento.
No puedo olvidar aquella historia
abriéndote mi corazón y mi alma,
¡solo se que soy mujer...y que te amo!
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