Niña preciosa,
niña amada
de mirada escurridiza
y parca en palabras.
Tus ojos hablan por ti
morenita resalada,
me dicen lo que sienten,
aunque tú, no dices nada.
Tímida y reservada
introvertida y alegre
tienes el contraste
de las flores silvestres.
Cautelosa llegaste
como niña malcriada
temerosa y esquiva
tras un velo de ilusiones.
Ilusiones de amigas,
ilusiones de amores,
esperanzas compartidas
de ternura acumulada
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