Tengo en el alma clavadas
dagas de mortal infierno,
suspiros que al viento se quejan
y lloran esclavas de tu recuerdo.
Rota quedé por dentro
por un amor que partio.
Mi corazón hecho pedazos,
cada uno de los cuales
clama al Cielo tu regreso.
Crei que te queria,
crei que tú me amabas,
más ahora comprendo
que de libertad me privabas.
Parece poca cosa hablar de libertad,
es bien cierto que sin ella
no existe nada más,
el amor fenece sin remedio
clamando a gritos...LIBERTAD.
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