El arruyo de la tortola
se escucha en nuestros campos
florecidos de amapolas
y arrebatados de cantos.
Los almendros en Abril
se visten de blanca gala
con sus florecillas de azahar
que perfuman a la comarca.
Es un deleite caminar
por las noches perfumadas
aspirando con placer
el nésctar de los dioses
que se cierra en las mañanas.
Mi Valencia está cuajada
de estas lindas maravillas,
de naranjos con sus frutos
que nos brindan su caricia.
En el ambiente perdura
la fragancia y el aroma
de los almendros en flor
que en primavera renuevan
con todo su mas hermoso esplendor
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