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De tarde en tarde te veo,
enloquezco por no verte
mi vida se resquebraja
pues me faltan tus desvelos.
A hurtadillas he de verte
para no levantar recelo,
que nadie sepa en el mundo
lo mucho que nos queremos.
Te quiero en las sombras,
te quiero en el alba
en las madrugadas tibias
y en el tálamo embriagadas.
Del brazo de tu mujer
te veo pasar cautivo
para no levantar sospechas
que es a mí a quién más amas.
Aunque sea a escondidas
he de verte amor mío,
pues un día sin tus ojos
es mi mayor castigo.
Como barco a la deriva
y a merced de la tormenta
así mi corazón hecho añicos
no llegará a buen puerto.
Tengo tu amor solapado
junto al mío en el deshielo,
pues yo nací para amarte
y me muero por tenerlo.
Como marionetas sin hilos
nos juega la vida un reto,
y es vivir anhelando el día
de amarnos flotando al viento,
sin nadie que recrimine
nuestro amor en letras de oro.
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