Allá a lo lejos te vi
apenas sin esperarlo
tus ojos y los mios fueron
dos luceritos de Mayo.
Tu mirada en mi prendió
el deseo de tus manos
de esas palomas blancas
que se posan en mi regazo.
Eres luz del amanecer
eres el lirio temprano
eres jilguero que alegras
a mi vida del letargo.
Entre tu casa y mi alcoba
hay un muro de lamentos
de añoranzas e ilusiones
en silente amor repleto.
Cuando el sol busca su ocaso
y la aurora late en el firmamento
tu pecho y mi corazón
palpitan al mismo tiempo.
Que ilusión me dá tu vida,
que amor me dá tu abrazo
junto a ti estoy en el Edén
y tú eres...mi dios mago.
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