La estrella que brilló de noche
guiaba a los Reyes Magos
hasta un humilde pesebre
allá por tierra de Oriente.
Estaba por venir al mundo
el Niño mas esperado
tan rubio y sonrosado
como las perlas del Nilo.
Niño Jesús tu candor
solo compararse puede
a Dios Padre en las alturas
que sonrie complaciente.
Todos te rinden honores
a Ti rey de los judios,
dulce, tierno y amoroso
cual magnolia hecha besos.
Gracias Madre Maria
por tan hermoso regalo
pues con tu alumbramiento
nos diste la bendición
que esperamos.
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