Deséame como fruta madura
bebe de mi dulzura
hasta llegar a la locura.
Goza el embrujo de mi calor.
Siente de mi piel el ardor
embriágate con mi candor.
Átame a tu piel,
siénteme tuya
embuélveme en tu espacio
y percibe el silencio
de mi alma enamorada.
Te necesito tanto...tanto mi amor
que sin tí los luceros no brillan
y el sol agoniza en sus rayos.
Más tú amor se fué alejando,
se fué secando mi piel.
De niebla se llenó mi alma,
el amor se lo llevó el viento
me invadio la soledad.
Mis ojos ya no ven
mis brazos ya no sienten.
¡Mi alma...llora!
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