Envuélveme Padre
en Tu Manto de silencio.
Hazme comprender
que tu silencio
no es ausencia
sino presencia.
Nunca la comunicación
es tan profunda
como cuando no se dice nada.
Y nunca el silencio
es tan elocuente
como cuando nada se comunica.
Aunque no te manifiestes
sé que estás conmigo
porque Tu me amas
al igual que yo te adoro.
Tu sabes mi Señor
encontrar em momento
de nuestro encuentro.
Espero impaciente
tu decisión,
para sentirme en Ti
y Tú en mí.
¡Oh Padre!
deseo tanto se tu amada
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