Me despertó un sueño
en el cual feliz sentia
de la belleza y amor
de los seres que allí vivian.
Era un lugar precioso
donde los niños corrian
perseguidos por las flores
jugando en armonia.
Las amapolas volaban
los lirios se mecian
perfumando al viento
que a los niños adormecia.
Suaves cantos de sirenas
en el lago se adivina
sonriendo complacidas
ante tanta maravilla.
El Cielo azul es hermoso
nada perturba su calma
tan sólo los pajarillos
alegres sus trinos cantan.
Los ancianos bondadosos
de cuidada y blanca barba
andan dando consejo
en la Hermandad Blanca
a unos angelitos bellos
curiosones...y con alas.
En este lindo lugar
todo el mundo anda flotando.
No precisan de zapatos
ni tampoco de premisas,
tan solo una sutil capa
de armiño y piedras finas.
Me pregunto:
¿dónde se halla
este lugar de ventura?...
Quizás, en un Cielo Infinito
que a muchos
su gracia escapa.
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