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¡Cuanto te quise Mercedes!.
¡Cuanto te sigo amando!
Con impaciencia espero
tu promesa de hace años.
Quizás te hayas amigado
entre querubines y santos
entre luceros y estrellas
que brillan ante tu encanto.
Entre sedas y vainicas
tu blanca mano bordando
con ese tu buen hacer
y tu gusto refinado.
En el taller de los sueños
ejerces tu maestria
departiendo con los Ángeles
tu inspiración que cautiva.
En los jardines del Cielo
tu frágil cuerpo pasea
saciandose del embrujo
y la calma que embelesa.
Estate tranquila teta
que yo te seguire esperando
cuando al final prescindir puedas
de tan hermoso regalo
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