A la sombra de la noche
entre densos matorrales
caminan muy juntos
enlazados por el talle.
Cómplice atrevida
la luna les guiña un ojo
sonriendo complacida
el flirteo y el sonrojo.
Las estrellas juguetean,
los luceros andan presto
luciendo todo su brillo
que a la luna le hacen eco.
Ecos de alegres cánticos
ecos de sinfonía mil,
todas ellas armoniosas
en torno a un final feliz
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