A MARIA
En horas para siempre inolvidadas,
cuando la luna en el cenit pendia
tu recuerdo me alienta y me da vida
como el sol a una rosa en alborada
Hay pasiones así tan delicadas
y para el mundo siempre incomprendidas
que a lo largo de toda nuestra vida
resultan para siempre inconfesadas.
Una de esas pasiones ignoradas
hará de mi existencia desolada
la hermosura más grande de tu vida.
Por eso vengo a tus plantas a brindarte
toda razón que tengo para amarte
y todo el amor que siento por la
vida.....
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