Con mis costillas quebradas en lamento,
escupiendo mis pulmones al vacío tras el aullar de mi nostalgia,
volveré a invocar tu nombre,
esperando,
que cual Dios,
tu recuerdo me responda.
De las garras de la ausencia.
gustaré tus labios, emanaré mis deseo,
y en el brillo perdido de ese sol distante,
veré,
lejana tu sonrisa.
Desgastaré cada gota del vacío causado en tu ausencia
haré de cada una de tus letras una hoguera
para calentar mis manos dormidas en el canto de tu silencio.
Oraré con mas ahínco,
ante la enfermedad que te aleja de mi mundo
respirando en tus palpitaciones tu búsqueda infructífera,
sentir en mi algo de tu dolor
y dibujarlas en mis laceradas palabras,
te acercará mi angustia,
jamás lástima
ante mi impotencia por tu dolor.
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