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Volveré a esconderme en la sombra de su mirada,
cuando pause su camino,
y el respiro me permita alcanzarla,
acaso,
¿lo ha olvidado?,
soy el suspiro agitado,
ese que recorre en círculos cada uno de sus pasos,
bebiendo su perfume hasta quedar embriagado del mas fuerte sentimiento,
ese que desmorona rencores,
y edifica nuevas murallas sobre las cicatrices,
el de palabra corta y existencia infinita,
amor.
Volveré a sentir sin reparos
mis ansias de usted,
cuando el olvido no alcance,
y mis cenizas una vez mas revivan bajo su sombra.
Bella y maldita,
la condena que me imponen sus ojos,
morir esclavo de sus labios sin poder amarlos.
Volveré,
entre sueño y locura,
a la cotidiana realidad,
donde grato el momento,
me acerca el perfume a flores de primavera,
¡que se asemejan tanto a usted!,
la añorada caricia de sus palabras,
que gira entre sonrisas de viento,
y el sueño
bajo el árbol del misterio,
en mi perdida cordura encerrada en el cofre del tiempo.
En mi absurda persistencia de volver a usted,
crearé nuevos cielos,
verteré en ellos algunas estrellas,
mis lágrimas,
cual cristales resplandecientes.
Y reinventaré la poesía
con nuevas palabras,
buscando desesperado,
explicar mi amor,
para hallar el sosiego,
en la plenitud del absurdo.
La incongruente constancia del ahogo en soledad,
repleto de su ausencia.
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