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Me animas a escribir todos los días,
con una nueva y dulce inspiración.
Trayéndole a mi vida esa alegría,
que solo la produce un buen amor.
Yo escribo en las mañanas y en las tardes.
Con un deseo ardiente de expresar,
que este amor de nosotros no es en balde,
y que juntos por el, hay que luchar.
Con armas de confianza y optimismo.
Con armas de perdón y lealtad.
Uniendo nuestro amor, en uno mismo,
para que nadie nos llegue a separar.
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