Día y noche mi mente no descansa
buscando aquella formula que logre,
que todos alcancemos la esperanza,
como hermanos unirnos, muy conformes.
Sin odio, sin envidia, sin orgullo,
sin distinción de razas, ni de clases.
Aquí en la Tierra te prestan ¡nada es tuyo!
solo las buenas obras que tú haces.
Nada te llevaras cuando te mueras,
y quisiera pedirte en estos versos,
que me ayudes a izar esa bandera,
de unión y paz ¡aquí en el Universo!
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