Me vas a recordar eternamente,
aunque jures soberbio, que es mentira.
Me llevas retratada allí en tu mente,
¡y hasta mi rostro asoma a tus pupilas.
Me vas a recordar y aunque quisieras,
olvidarte de mí ¡será imposible!
Vas a mirar mis ojos donde quiera,
que dirijas los tuyos, a lo visible.
Me vas a recordar porque yo quiero,
pisotear ese orgullo que te ahoga.
Y únicamente tú, sabes que puedo,
encadenarte a mí, ayer y ahora.
Me vas a recordar mañana y siempre,
aunque jures que nunca me has querido.
Porque yo estoy grabada ahí en tu mente,
y ese será por siempre, tu más dulce castigo.
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