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¡Yo con ese mulato bailo tanto!
Con el rubio bailo hasta desmayar.
De igual forma yo bailo con el blanco,
con el negro jamás puedo parar.
Con el chino lo hago muy consciente
que el buen baile jamás me sabe igual
pero gozo bailando felizmente
cuando empieza la música a sonar.
Y es que nada señores es como el baile
donde todo tu cuerpo se ejercita.
El bailador se siente en el aire
bailando con la fea o la bonita.
No es cuestión de razas ni colores
ni de edades; viejas y jovencitas
se mueven al compás de los tambores
¡Nadie bailó mejor que mi abuelita!
Por eso aquí en nuestra Casa de Letras
de Poeta Virtual, me gustaría
que no echen al olvido los poetas
el baile, que es salud y es alegría.
Nota:
Mi abuelita a los noventa abriles bailaba todos los dias, segun ella, el baile aleja
las enfermedades y nos mantiene jovenes, yo creo es verdad, ella fue un ejemplo de eso.
Por eso bailo a diario, porque me encanta, y para hacer el mejor ejercicio que me ayuda a estar en forma.
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