Nos va quedando de la vida a veces
un sin fin de recuerdos que parece
vamos a recordar eternamente.
Pero de pronto un nuevo panorama
se abre ante nosotros y esparrama
esos recuerdos que a la vez perecen.
Algunos de ellos del todo inolvidables
tal vez por buenos o por indeseables
se niegan a partir de la memoria.
Pero la vida en constante vaivén
va aniquilando el recuerdo cruel
y el mas bonito que marcó tu historia.
Y mueren con ellos alegrías y penas
como mueren también las azucenas
blancas, grandes, bellas y olorosas.
Porque al final la vida es inestable
y es inútil buscar a algún culpable
en el camino continuo hacia la fosa.
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