Tú motivas mi vida, de esa forma segura,
brindándome ternura, confianza, lealtad.
Tú motivas mi vida, borrando la amargura,
que ningún otro hombre en mí borró jamás.
Tú motivas mi vida, alabando mis versos,
que por raros que sean, los sabes comprender.
Tú recorres conmigo feliz, el Universo,
leyendo los poemas, que yo escribiera ayer.
Tú motivas mi vida, con esa bella rosa,
la cual tú me regalas ¡no importa su valor!
Tú motivas mi vida, con detalles y cosas,
que jamás hombre alguno, mi vida motivó.
Tú motivas mi vida, porque admiras lo bello,
del crepúsculo hermoso, que tanto me apasiona.
Y de igual forma admiras, de la aurora el destello,
porque según afirmas, también me llamo Aurora.
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